¿Has oído hablar de Tabarca? 🌊 Es una islita frente a la costa de Alicante que lo tiene todo para una escapada de un día: aguas cristalinas 💦, calma absoluta 😌 y encanto mediterráneo 🏝️.
En esta entrada te cuento cómo lo hicimos nosotros para aprovechar el día al máximo… y sin liarnos con el ferry 😉
Índice
ITINERARIO
Este itinerario está diseñado para visitar Tabarca en un día. En el mapa 🗺️ resumen se puede ver en azul oscuro lo que visitamos por la mañana, en azul oscuro lo que visitamos por la tarde, en verde el puerto y en naranja el lugar donde comimos😴.
Cómo llegar a Tabarca
Para llegar a Tabarca hay que cojer un ferry desde Santa Pola. Te aviso, en el puerto hay bastante jaleo, sobre todo en verano. Hay casetas por todos lados y gente gritando ofertas a pleno pulmón para que compres los billetes con ellos 🤯.

Nosotros pasamos del estrés y lo pillamos por internet antes de ir, y te lo recomiendo 100 %. Lo compramos en esta web 👉 islatabarca.online por solo 9 € ida y vuelta por persona. Llegas, enseñas el código en el móvil y te subes al barco sin más. Fácil y sin agobios ✌️
¿Y el coche? El coche lo dejamos en el parking público que hay cerquita del puerto (a unos 5 minutos andando). Pagamos unos 16 € por dejarlo allí desde las 10:00 hasta las 17:30, así que si vas todo el día, calcula algo más.
Ah, y muy importante: el último ferry de vuelta era a las 19:00, así que no te despistes con la hora si no quieres acabar haciendo noche improvisada en la isla 😅
Sobre Tabarca
Curiosidades
Aunque es pequeñita, Tabarca tiene mucha historia y un montón de detalles curiosos. Para empezar, es el islote más grande de la Costa Blanca y, además, el único habitado 🏝️.
En total, unos 60 vecinos conviven en la isla incluso en invierno, cuando el turismo desaparece y la calma lo envuelve todo 😌
La isla en realidad es bastante fácil de recorrer: mide menos de 2 km de largo y no llega a los 450 metros de ancho, así que puedes pasearla entera tranquilamente en una mañana.
Cuando llegas en ferry, entras por un gran arco de piedra: es la Puerta de San Rafael, también conocida como Puerta del Levante. Y si te fijas bien, verás una figura muy sencilla de la Virgen Inmaculada, que lleva siendo la patrona de Tabarca desde hace más de 250 años 🙏

¿Qué hicimos nosotros?
Nada más llegar, lo primero fue buscar algo fresco para beber: el calor era asfixiante y necesitábamos recargar energías. Después paseamos tranquilamente por las callecitas del pueblo, curioseamos en algunas tiendecitas y recorrimos parte de la muralla 🌊.
Antes de comer, nos tomamos una tapa para ir abriendo apetito 😋. Luego fuimos al restaurante y, tras la comida, nos dirigimos a la zona natural de la isla para disfrutar de un buen baño en una de sus calas más tranquilas y rocosas. Una manera perfecta de cerrar el día 🏖️☀️. ¡No olvides la sombrilla y las cangrejeras!
Un poco de historia
Hoy Tabarca parece un paraíso tranquilo lleno de calas, pescado fresco y calles de postal 🏖️… pero no siempre fue así. Durante siglos, fue una isla desierta y peligrosa, y su historia está llena de barcos hundidos, piratas y hasta esclavos liberados 😮

Los griegos la llamaban Planesia, y ya entonces Estrabón (un geógrafo del siglo I a. C. 📜) advertía en su libro Geografía que había que tener mucho ojo al navegar cerca por culpa de las rocas sumergidas. Tenía razón: a día de hoy, el fondo marino de Tabarca está lleno de ánforas rotas, restos de barcos romanos y objetos perdidos en antiguos naufragios ⚓🐚
Durante siglos, la isla fue un escondite perfecto para los piratas, que la usaban como base para atacar los pueblos costeros 🏴☠️.
En 1769, por orden del rey Carlos III 👑 y con la ayuda un Conde, se decidió fortificar y repoblar la isla. En ese momento se llamaba isla de San Pedro.
La idea era sencilla: construir murallas, traer familias y hacer que Tabarca dejara de ser tierra de nadie. Cada familia recibió una casa 🏠, redes para pescar 🎣, barquitos 🚤 y privilegios como no pagar impuestos ni hacer el servicio militar 💸.
Después de muchos años de vida tranquila (y bastante aislada), en los años 60 empezaron a llegar los primeros turistas extranjeros: ingleses, suecos, noruegos… todos buscando sol, calas bonitas y la calma mediterránea ☀️🌊
Hoy el pueblo de Tabarca sigue siendo súper pequeño que ha cambiado las panaderías de antes por tiendas de recuerdos 🛍️, camisetas y restaurantes. La antigua casa del gobernador ahora es un hotel, pero la iglesia de San Pedro y San Pablo ⛪, construida en 1770, sigue ahí.
Un último detalle curioso: si paseas por la Puerta de San Miguel 🚪, una de las tres históricas de entrada a la ciudad amurallada, llegarás a un pequeño cabo donde estuvo el antiguo puerto.

COMER EN TABARCA
📌 Restaurante la Muralla

Durante nuestra visita a Tabarca comimos en La Muralla. El sitio nos encantó por su ambiente tranquilo 🌅 y el servicio, muy amable 😊. Empezamos con croquetas de pulpo 🐙 y de quisquilla 🍤 que estaban buenísimas 🔝.
Luego pedimos una fideuà que, aunque no estaba mal, nos dejó un poco fríos 😕. Quizá no era su especialidad, porque vimos pasar otros platos con pintaza 👀👌.
- Dirección🚶♀️: Pl. Pou del Pal, 7
- Comensales 🍴: 2
- Precio 💰: 27 € por persona
- Puntuación ⭐: 7/10
DORMIR EN TABARCA
Aunque nosotros solo pasamos el día, hubiéremos adorado quedarnos a dormir: pasear por sus calles sin turistas, disfrutar la isla al caer la noche y ver el amanecer 🌅.
Si en tu caso vas a quedarte, hay varias opciones: desde casas hasta hoteles.
MAPA RESUMEN
